XXI: ¿Tanto
esperaron?
Parte 1
Desperté.
Otra vez soñé lo mismo, siempre soñaba con lo mismo. Lo cual era extraño porque
yo no recordaba ninguno de mis sueños, pero esta vez fue diferente, soñé con
los mismos personajes que la otra vez, es decir, soñé con él.
Este tenía en brazos a un bebe y de repente este bebe levito por los aires y se esfumo, luego aparecí con ella en una especie de lugar horrible, con pocos colores, era todo muy gris y sin sonrisa alguna. Más adelante llegue a mi casa y vi a mis padres con esa bebe y ahí desperté.
Este tenía en brazos a un bebe y de repente este bebe levito por los aires y se esfumo, luego aparecí con ella en una especie de lugar horrible, con pocos colores, era todo muy gris y sin sonrisa alguna. Más adelante llegue a mi casa y vi a mis padres con esa bebe y ahí desperté.
No
lo sé era muy extraño, mis sueños, mi vida, mi novio y mi familia todo era más
que extraño.
Cuando
decidí levantarme para desayunar mis padres estaban esperándome, lo que me
lleva a la palabra EXTRAÑO. Ellos nunca me esperaban para desayunar siempre estaban
ocupados, o no estaban ya que tenían que trabajar, pero este día no.
-
Hola.- dije
con una voz fina y chillona.
-
Hola hija.-
Dijeron ellos en forma simultánea.
-
¿Queres una
tostada? Pregunto mamá
-
Sí, claro.
-
Hija debemos
decirte algo.- Inicio la nueva conversación papá
-
Sí, claro
suéltalo.- Dije preocupada
-
Bueno, es
difícil ya que paso tanto tiempo, y no se como puedes llegar a reaccionar,
espero que no te enfades con nosotros, porque nosotros te queremos mucho.
-
Te amamos.-
corrigió papá
-
Exacto, te
amamos.
-
Ahí mami, no
puede ser tan grave.
-
Bueno, pero
no te enojes.
-
De acuerdo.-
Mentí, sabía que me iba a enojar y luego se me iba a pasar.
-
Hija, perdona
pero…- dijo papa angustiado.
-
Porque,
porque los tengo que perdonar si aun no han dicho palabra.
-
Bueno empezare
yo.- Dijo mamá
-
Bueno, hablen
de una vez.
-
Hija lo que
debemos decirte es que…
Hubo una pausa incomoda que duro unos minutos.
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