Capitulo 4

IV: Los rubios.

Me desperté, porque mi madre como todos los días me tocaba la puerta del cuarto.

-      Emma apúrate o llegaras tarde

-      Si ma, ya voy.- dije dormida.

Me levante me lave la cara, los dientes me duche muy rápido, me puse el uniforme. Baje las escaleras, me sente en el nuevo desayunador que había hecho mi papá, mi madre me había hecho tostados con mucho queso como a mi me gustaba y un submarino, desayune. Quede repletísima. Cuando le estaba dando el ultimo bocado a mi tostado mi madre dijo.

-      Hoy a la mañana golpearon la puerta los nuevos vecinos, quieren invitarte a comer.

-      ¿Qué? ¿Qué les dijiste?

-      Que irías.

-      Ahh mama. No quiero ir

-      Bueno, tenes que ir igual, no podemos quedar mal.

Me fui al colegio muy enojada con mi madre como le iba a decir a el rubio que iría a comer a su casa.

Cuando llegue al colegio, no pude encontrar a Mil. Entre al curso y Oliver, me dijo:

-      Hoy mi padre fue a tu casa a preguntarle a tu madre si hoy puedes venir a cenar.

-      Si, me entere.

-      ¿Entonces vienes?

Lo pensé, pero no me quedo otra opción de decir que si.

Al finalizar la jornada escolar, Salí rápido, no quería que Oliver por vivir al lado de mi casa, venga con migo, me apure, pero me alcanzo.

-      Emm espera.

-      No me digas Emm. Para vos soy Emma.- enojada

-      Si, lo siento Emma.- puedo ir con vos

-      Si, no hay problema.- Dije falsamente.

Trate de apurarme demasiado para llegar a casa, no quería hablar con él, era un tanto extraño y me daba mucho miedo.

Cuando llegue a casa el me despidió con un beso en la mejilla y me susurro en el oído te espero esta noche. Debo admitir que me gusto mucho su perfume.

Entre a casa y me empecé a preparar para ir a cenar a lo de los rubios.

Cuando se hicieron las 21:30hs fui a su casa acompañada por mi padre. Me abrió la puerta el padre de Oliver.

-      ¡hola!.- dijo con un tono agradable

-      Hola, gracias por invitarme Sr. Rod.

-      Oh, adelante hija pasa.- dijo.

Cerro la puerta, mi padre se fue saludándome con un beso y bien bajito al odio me dijo cuidate.

-      Oliver, ven a mostrarle la casa a….

-      Emma sr. Rod

-      A Emma.

-      Dime Zack. Dijo amablemente

-      Hola Emma.

-      Hola Oliver.

-      Acompáñame te mostrare la casa.

La casa de los Rod, como yo los llamaba la casa de los rubios era muy elegante. Todas las habitaciones haciendo juego con un color en especifico y estaba todo muy limpio.

-      Esta es mi habitación.

-      Muy bonita.

Oliver me llevo al balcón, ese día el cielo estaba muy estrellado, nos sentamos en un banco que el tenia allí y hablando de una cosa y de otra terminamos besándonos por un largo tiempo, fue un tanto extraño la persona que empecé odiándome ahora me gustaba.

Nos paramos besándonos y nos tiramos en su cama, logre sacarle la hermosa camisa de seda blanca. Me saco la remera, quede en sostén.

-      Chicos a comer.- Se escuchaba la voz de su padre subiendo la escaleras.

Nos pusimos rápido la ropa nos dimos un último beso. Salimos al balcón para sacarnos el calor y bajamos a comer.

La madre de Oliver había hecho Pollo al ajillo con papas al horno, una comida muy rica y teníamos diferentes salsas para ponerle. Yo le agrege de mostaza. En el momento que probe el pollo recordé lo que estuvimos a punto de hacer con Oliver y me acorde que a Mil le gustaba. Casi muero!

Comimos y Oliver me acompaño a casa. Me quiso despedir con un beso en la boca y justo en ese momento.

Capitulo 5 Sabrán lo que pasa